Steven Spielberg logró realizar la secuencia más realista de la guerra en la historia del cine

Steven Spielberg es uno de los directores de cine más reconocidos del mundo y se ha involucrado en películas de ciencia ficción, sin embargo, las historias de corte histórico también son su debilidad y así lo ha mostrado con películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y en el holocausto judío.

Una película suya de 1998, Rescatando al soldado Ryan, es una de las más famosas en la extensa filmografía bélica y en ella, el director de origen judío, puso su mano cuidadosa y perfeccionista para lograr un producto de enorme factura.

Uno de los grandes méritos de Rescatando al soldado Ryan es que las escenas de combates son muy realistas y logró ambientar de manera muy fiel el desembarco de las tropas estadounidenses en la playa de Normandía en Francia y una secuencia de 15 minutos es considerada como la más violenta en la historia del cine.

Para poder realizar el desembarco de Normandía, Steven Spielberg y su equipo se asesoraron por veteranos de la Segunda Guerra Mundial y fue necesaria la presencia de cientos de extras y litros y litros de tinta roja. 

Los actores se sometieron a un entrenamiento militar exhaustivo y acamparon en condiciones de humedad para ´acostumbrarse´, se necesitaron 1.000 extras, los cuales eran miembros de la reserva del Ejército de Irlanda, porque la escena se rodó en la playa irlandesa de Curracloe.

Esta escena se rodó en 25 días, mientras que la película completa necesitó 61, y costó 12 millones de dólares, finalmente, la cinta se clasificó para mayores de 18 años y fue prohibida en naciones como India y Malasia.

Spielberg se negó a realizarle cortes a la película porque la quería sumamente realista y expertos coincidieron en que lo había logrado, llegando a ser considerada como una obra de arte, premiada con el Oscar a mejor director, pero no logró el de mejor película, decisión muy criticada.

Rescatando al soldado Ryan es una de las mejores películas de guerra de la historia gracias al rigor casi obsesivo de Steven Spielberg, uno de los más grandes en la historia del séptimo arte.