Olor a viejito: retrasa la aparición de este aroma consumiendo estos alimentos

El característico olor a viejito puede aparecer por malos hábitos de higiene, pero también por la alimentación.

Jue, 09 / May / 2024 8:16 am

El olor a viejito se puede retrasar consumiendo estos alimentos. Foto: Shutterstock

El característico olor a viejito puede aparecer por malos hábitos de higiene, pero también por la alimentación.

Los adultos mayores tienen un olor característico que no proviene de ninguna fragancia o producto de aseo, sino más bien de sus hábitos y no precisamente de una mala higiene.

Diversas investigaciones se han centrado en el estudio de la aparición de este tipo de aroma, conocido también como “olor a anciano”, llegando a la conclusión de que la alimentación juega un papel clave.

De acuerdo con expertos en longevidad, este característico olor puede aparecer incluso a edades tempranas, después de los 30 años, dado que la piel empieza un proceso de degradación y comienza a agotar reservas de origen natural, así lo reveló José María Antón, investigador en biotecnología, en conversación con el periódico español El País.

El aroma a anciano también está relacionado con los cambios hormonales que viven las personas después de los 30, que reducen los antioxidantes naturales, es allí cuando entra en juego la alimentación para prevenir o retrasar la aparición del olor a viejito.

Los expertos señalan que consumir alimentos ricos en antioxidantes aumenta la presencia de estas moléculas dentro del organismo, frenando las reacciones de oxidación en las células.

Según la Fundación del Corazón, “los antioxidantes son compuestos sintetizados por las plantas en sus diferentes partes (frutos, hojas, ramas, raíces, etc.), caracterizados por poseer grupos hidroxilos (OH) unidos entre sí por anillos bencénicos”, lo que activa las propiedades organolépticas naturales y protege la salud.

Los antioxidantes más comunes presentes en los alimentos son: los polifenoles, los carotenoides y vitaminas del grupo C y E.

“El cuerpo depende de fuentes externas (exógenas), la dieta principalmente, para obtener el resto de los antioxidantes que necesita (que no puede producir). Estos antioxidantes exógenos se llaman comúnmente antioxidantes alimenticios. Las frutas, las verduras y los cereales son fuentes ricas de antioxidantes alimenticios. Algunos antioxidantes alimenticios se encuentran disponibles también como complemento dietético”, destaca el Instituto Nacional de Cáncer.