Por: Alexandra Méndez • Colombia.com

La tristeza y el miedo pueden causar enfermedades, según estudio

El control de las emociones es esencial para prevenir enfermedades físicas y psicológicas.

Tristeza y miedo: grandes causantes de enfermedades. Foto: Shutterstock
Tristeza y miedo: grandes causantes de enfermedades. Foto: Shutterstock

El control de las emociones es esencial para prevenir enfermedades físicas y psicológicas.

Las emociones hacen parte de nuestro día a día. Estas nos permiten sentirnos vivos y afrontar situaciones; sin embargo, las emociones negativas como el miedo y la tristeza pueden ser causantes de una variedad de enfermedades cuando se presentan de forma crónica.

Así lo explica el reconocido cardiólogo, especialista en imagen cardíaca, Martín Lombardero, quien se ha destacado a lo largo de su carrera por enfocar sus estudios en el análisis del rol de las emociones en la salud.

Según una de las publicaciones más recientes de este integrante titular de la Sociedad Argentina de Cardiología ‘El corazón es consciente. Puede cambiar tu destino cardiológico’, las emociones condicionan la parte física.

Este experto evidenció a través de historias reales cómo pacientes que sufrieron eventos cardiovasculares tuvieron una raíz emocional para el desarrollo de los mismos. 

“Hay que ir un poquito para atrás para poder entender esto y ver que nuestros genes no han cambiado en los últimos años, pero sí cambió nuestra cultura. Hace 300 mil años, vivíamos con las emociones de los animales, con las cuatro emociones primarias que son miedo, asco, sorpresa e ira; con esas emociones pudimos sobrevivir”, señaló. 

Anteriormente, estas emociones nos permitían sobrevivir y sobrepasar las adversidades, pero ahora, culturalmente vivimos con miedos constantes que a la larga pueden enfermarnos. 

“Ese miedo instintivo que nos salvaba es el depredador que nos está hundiendo, porque tienes miedo a todo, a perder el trabajo, a que te roben, a enfermarte. Todo el tiempo tienes este miedo que genera una suave inflamación crónica sistémica”, concluyó.

El miedo constante puede afectarnos tanto física como mentalmente, aumentando la probabilidad de desarrollar trastornos o patologías como: trastornos obsesivos compulsivos, trastornos de ansiedad, ataques de pánico, síndrome de estrés postraumático, fobias, problemas cardiovasculares, hipertensión, entre otros. 

“La psicología clínica es un recurso a veces necesario para superar estos trastornos, ya que la persona afectada se ve muy limitada en su día a día. En aquellos casos donde la gravedad sea extrema, la medicación consigue efectos muy beneficiosos. No hay que olvidar, que nunca podemos automedicarnos”, señala la Fundación ONCE.