Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Daniel Torres: el Jim Caviezel del Fútbol Profesional Colombiano

Daniel Torres, volante de Santa Fe, es el Jim Caviezel del Fútbol Profesional Colombiano. El nacido en Cáqueza y no en Belén, guarda gran parecido con el actor famoso por interpretar a Jesús.

Actualización
El volante de Santa Fe, Daniel Torres, tiene su doble en el cine de Hollywood. Foto: Twitter @SoyMiguelParis / @_Wake_up_USA
El volante de Santa Fe, Daniel Torres, tiene su doble en el cine de Hollywood. Foto: Twitter @SoyMiguelParis / @_Wake_up_USA

Daniel Torres, volante de Santa Fe, es el Jim Caviezel del Fútbol Profesional Colombiano. El nacido en Cáqueza y no en Belén, guarda gran parecido con el actor famoso por interpretar a Jesús.

Aunque estamos en Semana Santa, una anécdota ocurrida en enero recobra validez por estos días en el mundo futbolero nacional acostumbrado a pecar, rezar y empatar.

Cuentan que a principios del 2024 un par de muchachitos entrenaban en la sede de Santa Fe en Tenjo, el municipio de la Sabana de Bogotá cercano al cerro de Juaica, un lugar amado por quienes disfrutan del fenómeno ovni, y mientras los prospectos de futbolistas hacían la veintiuna y jugaban al bobito, los profesionales de la plantilla del cuadro cardenal llegaba en sus lujosas naves.

Una vez se dio la orden de entrenar, se dijo adiós a la modorra de año nuevo y como buenos profesionales, los jugadores cardenales sudaban la gota gorda y los suplentes hacían uno que otro cariñito a las canillas de los titulares.

Mientras la práctica seguía, el profe Peirano, uruguayo y discípulo de Alfredo Arias, revisaba papeles y hacía chulitos con un esfero con tinta de gel acabadito de estrenar y de los que abundaron entre tanto regalo navideño, de repente, un hombre se presenta en el campo y dice: profe, ya estoy listo.

Los chicos de las inferiores, que en ese momento tomaban un descanso, abandonaron su recochita para ver a los titulares, a esos ídolos que ellos quieren remplazar en unos años y que desde ya emulan en todo, desde la pinta hasta la forma de pisar la pelota, aunque en lo referente a las naves poco se puede hacer por el momento porque llegan a la sede en bus.

Mientras el hombre que se presentaba al régimen cardenal se abrazaba con el cuerpo técnico, uno de los chicos que junto a sus compañeros chismoseaban la primera práctica del equipo profesional, parecía desmayar, sus compañeros pensaban que le había dado la pálida y de inmediato se arrodilló y comenzó a rezar y persignarse al estilo del chavo del ocho ante el rumor de espíritus chocarreros.

Todos en el campo de entrenamiento no pudieron ser ajenos a la escena y abrazaban al recién llegado mientras miraban con curiosidad al chico arrodillado en el pasto que oraba y recitaba letanías, entonces uno de los chicos le pregunto qué le pasaba y este respondió: ¿Es que no lo ven?, es el que hace de Jesús de la película.

Los chicos no entendieron, pero uno de los jugadores de la plantilla profesional oriundo de la costa Atlántica estalló de la risa diciendo ¡no joda, igualitico!, ¡ese man es exacto a Jim Caviezel, el de la Pasión de Cristo!

Todo el grupo era una sola carcajada y le dieron la bienvenida a Daniel Torres, el aguerrido volante que el año anterior estuvo en el DIM y alcanzó el subcampeonato, un jugador valiente que muchas veces termina como un nazareno, pero a diferencia del Mesías, no pone la otra mejilla, sino que va pegando.

A diferencia de Jesús, Daniel Torres no nació en Belén, sino en Cáqueza, Cundinamarca, y contrariamente al actor católico Jim Caviezel, Torres abraza la fe evangélica, y con serenidad y mucha fe dijo contundentemente: ´estoy mamado de que digan que soy igualito a ese man´.